‘Desde siempre me ha fascinado tanto la visión integrativa de la salud del cuerpo como la apariencia y la belleza física: buscar la armonía en todas sus dimensiones. Esto me llevó a recorrer un camino apasionante hace 15 años que se convirtió en mi profesión: basada en un constante aprendizaje y orientada a potenciar una belleza sin edad, natural, cambiante y única.’

Mis manos

Estudié DLM método Vodder, anatomía, reflexoterapia facial Dien Chan y masaje facial Kobido. Y muchas otras disciplinas de masaje facial con maestros y maestras de todo el mundo que he ido adaptando y versionando hasta crear mi propia técnica: Fruto también de la práctica, la creatividad y la intuición. La ingeniería técnica textil que estudié hace años no me sirvió en su momento pero luego me ayudó a diseñar mis propias herramientas de trabajo. Y la música, que siempre me ha acompañado de una manera u otra en todo lo que hago. Los potentes resultados del masaje facial como un tratamiento estético y terapéutico han sido la gran inspiración para crear mi propia marca y promover con ella una “cultura de tocador” con herramientas (a las que las llamo “joyas de tocador”) y sus rituales. Desde que empecé en este camino, me di cuenta de que mis hondas creencias y mi profesión tenían que ir de la mano para ser feliz y así, poder dar lo mejor de mí a los demás, que de eso se trata.

Artesanía

Las llamo joyas de tocador porque se hacen de forma artesana, están cuidadas al máximo durante todo el proceso y nacen con la finalidad de embellecer. Reivindico el tocador para realizar los rituales que he creado para cada una de ellas, un rincón tranquilo para sentarte a cultivar el autocuidado: Un hábito que te aporta, a parte de belleza, mucha salud, orden, constancia, autoestima y conocimiento.

La idea de cada joya de tocador viene guiada por la experiencia, la intuición y el afán de personalizar herramientas que ya conozco, pero que quiero adaptar a mi modo de trabajar y de ver la belleza.

Soy facialista y mis manos han acariciado muchos rostros. He visto y sentido los cambios en las pieles sesión tras sesión, y eso me ha inspirado a desarrollar un ritual de auto-tratamiento muy sencillo y efectivo para cada joya.

Crear herramientas de estimulación bellas, con materiales nobles y sostenibles, que mejoren el tacto y la temperatura en contacto con la piel, es mi gran inspiración.

Me gustan los materiales que tienen afinidad con la piel: La porcelana y la cerámica contienen silicio que es un mineral principal en la formación y en la resistencia del tejido cutáneo. Además, mantienen la temperatura permitiendo el tratamiento con la herramienta en caliente que relaja, a la vez que nos da placer.

El tacto y la temperatura, a mi modo de ver, son fundamentales y estos materiales aportan un tacto sedoso y temperaturas agradables. La medida, la forma y el volumen también están estudiados para que el ritual sea lo más efectivo, fácil y placentero posible.

En las joyas, todas las superficies que estarán en contacto con la piel son materiales naturales con acabados ecológicos: la cerámica, la porcelana, el bronce y el pelo de cabra.

En los cepillos, la madera es de olmo (una especie protegida en muchas zonas de España) y procede de árboles que no han sido talados para ello (árboles caídos). A parte, no hay acabados químicos, por lo tanto, cuando el cepillo termina su vida útil, es totalmente compostable.

Los bulbs de The Lifting Cups no están en contacto con el cutis pero sí con las manos, y al estar en constante movimiento, podemos inhalar sus partículas: Por esta razón están hechos de Sarolit TM de grado médico y no contienen BPA, ftalatos o látex.

Mi filosofía

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Adoro la naturaleza y el vaivén de sus ritmos: Todo lo que nos nutre por dentro y por fuera crece en ella. Conocerla y respetarla nos aporta salud y abundancia.

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